martes, 31 de enero de 2017

LA FILOSOFÍA EDUCATIVA EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO. (MARÍA ALEJANDRA RODRÍGUEZ)




LA FILOSOFÍA EDUCATIVA EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO

MSc. María Alejandra Rodríguez *

Inicio de Clase en la Universidad  de Carabobo  12 01 2010 Periodista Marja Cicero Foto Rosario González



Resumen

La educación superior en Venezuela, como fundamento formativo para el desarrollo educativo, cultural, filosófico y  social puede ser un punto de referencia crucial  en función de la construcción de una sociedad humana, justa y libre. Los pedagogos y filósofos de renombre  suelen ser considerados como idealistas cuyas propuestas  han sido sueños ingenuos, pero que al final han influenciado en la creación de nuevos modos educativos. Se trata de educar más allá del bienestar individual y colectivo propuesto por una sociedad del éxito personal y del consumo, trabajar en función  del porvenir de la civilización y la supervivencia de la raza humana y del planeta; ya que una persona consciente de su compromiso existencial puede alcanzar grandes logros e impactar en el bienestar de los demás gracias a un humanismo trascendental y verdadero. Por eso la educación universitaria debe considerarse como el modo formativo humanista para emprender cualquier objetivo elevado, verdaderamente humano, comunitario y social, sea a través del currículo de carácter ético-espiritual de todas las profesiones, o de una formación filosófica en torno a las dimensiones antropológicas existenciales del sentido de la vida desde el compromiso social.

Palabras clave: Educación Universitaria,  Filosofía, Compromiso, Humanismo.

Abstract

The highest education in Venezuela as basis training to the educative, cultural, philosophic and social development can be a very important reference point in function to the building of a human, just and free society. The philosophers and pedagogues used to be considered as idealist which proposals have been naïve dreams, but that it has influenced in the creation of new educative ways. It’s treats to teach beyond to the individual or collective wellness proposed by a society of personal success, to work in function of the civilization future and the survival of the human beings and the planet; because of a person aware of his existential commitment can achieve big goals and impact in the wellness of others thanks to a true and transcendental humanism. That’s why the university education should consider as the humanist training mode to begin any high objective, human, communitarian and social, either through the curriculum of the ethic-spiritual character of every professions or a philosophic training around the existential anthropologic dimensions  of the life sense since the social commitment.

Key Words: University Education, Philosophy, Humanism.


La  educación superior es hoy uno de los retos más trascendentales para filósofos y educadores; y representa uno de los retos antropológicos y sociales más trascendentales. Al parecer las asignaturas actuales no responden a las verdaderas necesidades humanas en cuanto a su formación existencial, o búsqueda de sentido de la vida misma; las asignaturas apuntan hacia el “Hacer”, dejando de lado, y casi en el olvido, las dimensiones del “Ser” de los estudiantes. Sin duda, se está muy lejos, en la Venezuela actual,  de vivir en armonía con nuestros semejantes y no hemos conseguido razones existenciales para el compromiso social, como elemento esencial del ser humano concebido desde la antropología del encuentro, quedando en el fondo, un vacío existencial que reclama ser allanado desde el ámbito de la formación universitaria desde los planteamientos de la filosofía.

Por esto, desde una actitud fenomenológica y existencial, el hombre de la sociedad actual se plantea las preguntas sobre el sentido de la vida: ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Qué es el hombre? ¿Qué es la felicidad? ¿Por qué la muerte? ¿Por qué la injusticia? ¿Por qué el amor? Evidentemente, en el ámbito universitario, las preguntas surgen de un yo personal propio del joven estudiante quien se encuentra sumergido en la vorágine de la sociedad del siglo XXI. En este contexto,  Gevaert (1976) plantea lo siguiente:
Los interrogantes sobre la esencia del hombre y sobre el significado de su existencia, tanto hoy como en el pasado, no nacen en primer lugar de una curiosidad científica, encaminada al aumento del saber. Los problemas antropológicos se imponen por sí mismos, irrumpen en la existencia y se plantea por su propio peso. La existencia, al hacerse problemática, requiere una respuesta y obliga a tomar posiciones (p. 14)

Los intereses de la sociedad actual, dentro de la cultura de Occidente,  se han encausado al desarrollo de la  ciencia en función de la tecnología, economía y a la globalización de un modo particular de modelo antropológico centrado en el éxito personal como horizonte existencial, en donde solamente importa el yo-egoísta por encima de lo comunitario y social, enfocados en un modo filosófico totalmente envuelto en el pragmatismo. En este contexto, Barbera (2005) sostiene la dificultad de valorar la formación filosófica en la universidad pragmática, tecnológica y comercial propia de la sociedad capitalista actual:    
Reflexionar acerca de la importancia de la Filosofía, dentro de una sociedad sumergida hasta el alma en el Pragmatismo más crudo que se haya vivido a lo largo de la historia de la humanidad, puede resultar un esfuerzo que probablemente carezca de significado , el recuerdo insignificante de  un momento de la vida universitaria, donde un profesor del montón habló de una asignatura del Pensum de estudio, referente a cosas extrañas y ajenas a la vida  real, no sólo de los estudiantes, sino de  la casi  totalidad del profesorado; tal vez, ajena y extraña de la vida concreta de los mismos profesores del Departamento de Filosofía, quienes muchas veces  reducimos la Filosofía a la utilidad que nos produce. Nosotros tendríamos que ser los primeros en hacernos la pregunta sobre la importancia de la Filosofía, pero, en el “Pensum de la vida misma. (p. 241)
Es decir, el crecimiento personal, humano, antropológico, existencial carece de interés por parte de una universidad al servicio del pragmatismo de la sociedad actual, la formación filosófica, ética, social, comunitaria, vocacional ha sido opacada por la formación técnica y comercial. El problema de fondo parece ser que no existe interés real, no solamente a nivel de discurso, que invierta espacio y tiempo en la formación humana de los diferentes egresados de las universidades venezolanas. ¿Hasta cuándo debemos esperar para empezar a construir una nueva sociedad, un nuevo ser humano comprometido vocacionalmente con la comunidad, con la sociedad y con el bienestar del planeta Tierra? Y sin dar la espalda a la realidad,  ¿Cómo educar para combinar tecnología y humanismo? Sin duda, la formación filosófica, desde las dimensiones antropológicas centradas en la trascendencia del compromiso como modo de existencia, conllevan a la trascendencia de la formación reducida al hacer tecnológico.

Hacia una formación existencial desde lo humano

Se tiene la convicción epistémica de que la Educación formal en el nivel superior, está plenamente justificada cuando se orienta al mejoramiento, tanto en cantidad como en calidad del sistema productivo de un país; es decir, la ciencia se convierte en tecnología y comercio; a pesar de que “la Universidad como formadora de generaciones futuras de profesionales y la Industria como lugar de producción en serie de bienes son realidades diferentes en cuanto a objetivos, lenguaje, valores, organización y percepción de procesos de formación humana. No resulta tan evidente lo homogéneo en cuanto a su naturaleza entre el mundo industrial y comercial, y las aulas de clases universitarias. 

La estrecha unidad que se supone debe existir, se ha formulado desde un pragmatismo antropológico que gira en torno a la producción, la ganancia y el correspondiente éxito personal como sujeto que lleva adelante los procesos del capitalismo actual, que ha obviado el carácter humanista de la formación universitaria.

Hace mucho que se induce al hombre moderno a tener una visión economicista de la historia y del futuro personal y de la humanidad. Este sometimiento de lo humano a lo económico y tecnológico, empieza a provocar en el ámbito mundial resultados catastróficos a nivel planetario y de justicia social, tal como lo señala Solana (2012), en su llamada a volver a lo humano, a lo existencial:
Es necesario -a pesar del “mundo globalizado que demanda una respuesta directa e innovadora en relación con la ciencia y la tecnología”-, volver a los objetivos originales: aquellos que hicieron que la escuela, como institución rectora de la sociedad, llegara a existir, aquellos que enseñaron Aristóteles, Rousseau, Dewey y Kant entre tantos otros; al menos socializarlos, colocar al ser humano como elemento prioritario, por encima de las máquinas. (p. 42)
“Dentro de este contexto de reflexión filosófica y social, en búsqueda del sentido humano que pueda permitir la sociedad actual, Córdova (2009) apunta hacia la denuncia de las injusticias del hombre contra el hombre que  produce el pragmatismo llevado a sus últimas consecuencias:
Nuestra producción ha crecido en los últimos años, pero este crecimiento no ha permitido aún cambios significativos para el bienestar humano y la justicia social”; persiste la pobreza, la carencia de alimentos y de vivienda; sin embargo, se ha incrementado la delincuencia y la paz social se ve, más que nunca, seriamente amenazada. “No podemos seguir midiendo el mejoramiento de una sociedad sólo por el número de productos y de servicios que se ofrecen para su consumo. ” (p. 97)
 Si se concibe el desarrollo de una sociedad como la capacidad de las personas para elevar, individual y colectivamente, la calidad de su vida, la educación humanista cobra la prioridad que le corresponde entre las acciones que realiza el Estado moderno. La persona humana es por excelencia el centro y razón de ser de la universidad. No se trata solamente de egresar “peones sociales”; sino seres humanos en el más trascendental sentido de lo humano; el ser humano no puede ser reducido a un hacedor, a una cosa producida en serie, el hombre es trascendencia en sí mismo, y su calidad de vida se da en el ser, en esa dimensión trascendental de la existencia, y no en el laborar mecánico con el cual se conforma el pragmatismo tecnológico.

Lo dado como “algo”, reduce al hombre a una cosa, y el hombre es un ser personal, un ser para la trascendencia, de eso se trata el sentido antropológico de lo educativo en las universidades formadoras de la juventud venezolana. Dentro de este marco reflexivo, Morales (2005) expresa el verdadero sentido trascendental y personalista como eje orientador del proceso educativo en todos los niveles de la educación formal:
En segunda instancia, educar para la trascendencia requiere ver el sentido de lo educativo, la perspectiva a desarrollar implica la educación como espacio tiempo de trascendencia, a ello se refiere el autor como el punto clave donde se deslindan otros aspectos como superar la estructura academicista y de didácticas centradas únicamente en el conocimiento como finalidad. La trascendencia surge en el compromiso de establecer lo humano como centro único de interés, el aula se convierte en encuentro de subjetividades, el otro no es visto como la negación del yo sino como fundamento de apertura a un tú. Trascender es apropiarse de la expectativa de futuro que posee el otro y generar la alteridad. El problema es que el costo de la trascendencia es el compromiso ontológico, un sujeto que emerge después de la postmodernidad con todo la esperanza de seguir siendo. Nadie podrá eliminar la “necesidad” perenne del ser humano por realizarse, ni siquiera un psicologismo reductor a una conciencia animal.  (p. 67)

Desde el paradigma positivista y pragmático, se concibe que los objetivos del sistema industrial se ajustan a la vida concreta de los seres humanos, quienes son formados como piezas del sistema de producción, que no poseen rostros, ni nombres propios, y que al final son remplazados como cualquier pieza de la maquinaria. De hecho, si se impone el positivismo pragmático de la filosofía de la producción y comercialización del actual sistema social; entonces, nuestras vidas carecerán de existencia, estarán al servicio de la maquinaria de producción y de comercialización; y en el fondo, esos serán los objetivos reales, más allá del currículum de la educación superior. De este modo el tener y el hacer en función de ese tener constituirán el verdadero marco de filosofía antropológica desarrollada en las universidades venezolanas.

Si, por el contrario, el sistema industrial y de comercialización es sólo una parte de la vida, y no la vida misma; entonces, lo humano emerge en modo espiritual, cultural y trascendental; aparece la familia, la comunidad, el  compromiso social como horizontes existenciales de la vida; es decir, aparece la antropología del ser. Así, pues,  los valores estéticos, morales, espirituales, tendrían preferencia; quienes dediquen su vida al compromiso de la formación filosófica, antropológica y existencial, no estarán sujetos a los fines reduccionistas del sistema comercial e industrial; sino que éste estará subordinado a los objetivos elevados del ser humano y sin duda, habrá más oportunidad de descubrir el humanismo real, comprometido en lo comunitario, social y planetario, tal como lo señala Morin (2000) al referirse al pensamiento complejo, el cual exige la capacidad de sinceridad epistémica y existencial en la comprensión de la naturaleza real del universo, como lo expresa en Los siete saberes necesarios a la educación, donde plantea un modo distinto de ontología y de la antropología filosófica correspondiente como modo alternativo de entender lo humano como habitantes de un mismo hogar planetario, biológico y universal:
Estamos en un gigantesco cosmos en expansión constituido por miles de millones de galaxias y miles de millones de estrellas y aprendimos que nuestra Tierra es un trompo minúsculo que gira alrededor de un astro errante en la periferia de una pequeña galaxia de suburbio. Nuestro planeta erra en el cosmos. Debemos asumir las consecuencias de esta situación marginal, periférica, que es la nuestra. Como seres vivos de este planeta, dependemos vitalmente de la biosfera terrestre; debemos reconocer nuestra muy física y muy biológica identidad terrenal (p.53)

Se trata de cumplir prioritariamente con los objetivos humanos, sin descuidar aquellos que nos permitirán vivir dignamente como familia, comunidad, nación y sociedad humana. De hecho, sería muy razonable pensar que cuanto mejor sea nuestro nivel de vida en el sentido estrictamente humano, más allá de la vida por el tener; mejor podremos enfocar las actividades destinadas a producir los mismos bienes que requiere la sociedad a través de sus procesos de industrialización, ya sea incrementando bienes o mejorando servicios. Ciertamente, al priorizar la formación humanista se promueve la formación de un mejor profesional, porque se atienden los aspectos más importantes como compromiso vocacional, con sentido existencial de la vida misma. Se trata de producir con sentido humano. Lo que requiere no hombre seriados, sin personalidad; sino, de seres realmente humanos, cuyo trabajo sea humano y con sentido trascendental.
*
Licenciada en Educación Mención Inglés. Magister en Investigación Educativa. Docente universitario adscrita al dpto. de Filosofía de la Facultad de Ciencias de la Educación, Universidad de Carabobo.  Miembro del Comité  organizador de FILUC 2017. Miembro de la Unidad de Apoyo al Investigador de la Dirección de Investigación, FACE-UC.

Bibliografía

Barbera, G (2005) Sobre el Concepto y la Importancia de la Filosofía. Revista Ciencias de la Educación  Nº 26.  Editorial. Universidad de Carabobo. Valencia-Venezuela.

Córdova, E (2009) “Principios de la Educación humanista” Revista Magistralis, Abril. Universidad Iberoamericana-Puebla.    

 Gevaert, J. (1976) El problema del hombre. Salamanca: Sígueme.

Morales (2005) Fundamentos Epistemológicos para la Educación más allá de la Postmodernidad. Educar para la Trascendencia. Artículo publicado en la revista Anthropos – Venezuela

Solana, Fernando (2012). XX Sesión de la Conferencia General de la UNESCO, en París el 26 de octubre de 1978 y publicado por la SEP.         





HABLAR EN CONCRETO LO QUE EN EUROPA HABLAN EN ABSTRACTO. APROXIMACIÓN A LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA (MIRALYETH E. CHIRINO M)





HABLAR EN CONCRETO LO QUE EN EUROPA HABLAN EN ABSTRACTO. APROXIMACIÓN A LA FILOSOFÍA LATINOAMERICANA
Autora: Lic. Miralyeth E. Chirino M.[1]

Resultado de imagen para latinoamerica

























Resumen

A lo largo de la historia ha existido y existe en el quehacer de la filosofía, un enfoque y  una identidad europea, que no se niega desde sus orígenes en Grecia, pero que no obstante no lo es todo, ni en la historia de la filosofía, ni en su contemporaneidad. Lo que nos lleva a interpretar que se debe dar un  proceso de descentralización cultural de la filosofía, en todos sus sentidos sin dejar a un lado o restar importancia a sus esenciales raíces y decisivo rumbo histórico, pero sin parcializar la realidad. Por lo que se hace necesario, que la estructura filosófica sea planteada desde un pensamiento diverso no unidireccional. Se plantea en el presente artículo la importancia del estudio y reconocimiento de la filosofía latinoamericana, describiendo sus vertientes y destacando la búsqueda de un nosotros cada vez más amplio.


Palabras Claves: Filosofía Latinoamericana, Eurocentrismo, decolonidad, Identidad, cultura. 



La Filosofía a lo largo de los años se ha enfocado, desde sus inicios, en una racionalidad y ha tenido de forma paulatina influencias de distintos personajes, que han realizado sus aportes a esta disciplina tan importante y tan amplia, pasando desde los postulados mas sencillos hasta los más complejos, pero estos aportes, se han dado, generalmente, en Europa.

Recordando que la cuna de la Filosofía es Grecia y que sobre todo en la edad moderna, desde el cogito ergo sum de René Descartes y atravesando una serie de pensamientos y autores, se ha producido una filosofía desde Europa. Si reflexionamos al respecto, la Filosofía estudia al hombre, desde su ser y su modo de ser. Mora Arnoldo (2005) en su obra” Filosofía Latinoamericana” comenta:
Ciertamente las cuestiones últimas que se plantea la Filosofía son validas para todos los hombres de todas las épocas y latitudes, en cuanto a esos interrogantes, surgen en situaciones existenciales y culturas muy concretas, como son el enfrentamiento con  la muerte como frontera última de nuestro existir, tanto personal como de la humanidad (…) pero estos planteamientos se dan en seres humanos concretos, envueltos en la mediación de circunstancias específicas. (p.10)
Es indudable que la Filosofía mantiene su estudio en las cuestiones últimas y metafísicas, que la definen, sin embargo también estudia al hombre en el proceso de la historia, y en este caso, marcada por la violencia, la colonización  no sólo a nivel geográfico sino también del pensamiento, por  lo que debe surgir la  reflexión misma sobre este desarrollo histórico hasta sus matices y actualidad, analizando de forma genuina la existencia del hombre en concreto y sus circunstancias, que lo llevan a caracterizarse con una identidad y cultura especifica, aceptando la diversidad  de tradiciones sin centrarse individualmente, que es lo que se ha venido manifestando a través de los años, produciéndose así un Eurocentrismo.

Especificando que el Eurocentrismo es una postura que considera a Europa y su cultura, y tradiciones como el motor, la base o el centro de la civilización, se identifica con este termino cualquier tipo de postura, paradigma o enfoque que planteen este esquema cultural fijo y lineal que generalmente consideran las trayectorias no europeas como formas incompletas o rudimentarias. Destacando que el eurocentrismo es una forma de etnocentrismo, y que en este caso particular eleva la mirada del mundo filosófico a partir de una experiencia europea, produciéndose una forma de tradición intelectual.

Cuando estudiamos o leemos algún texto, nos llevan siempre a ubicarnos desde el ámbito de la filosofía Europea principalmente, lo que ha llevado a lo que se muestra, como contrario al pensamiento filosófico que se caracteriza principalmente, por estudiar la totalidad de todas las cosas y desde diferentes perspectivas, encontrándonos de cierto modo parcializados al no tener presente otras visiones no precisamente europeas en relación a los distintos estudios que se conquistan desde la madre de todas las ciencias.

Se podría mencionar que esta situación nos lleva a seguir un paradigma de la simplificación, que reduce la realidad a conceptos ordenados,  manteniendo un orden unificador, de modo que es un ideal epistemológico caracterizado por un punto de vista absoluto (el europeo), planteando una ilusoria objetividad, de manera especial en el ámbito  ético, antropológico, y de concepciones de la realidad. La estructura filosófica debe estar planteada desde un pensamiento diverso no unidireccional.

Ha existido y existe pues en el quehacer de la filosofía, como se ha venido planteando,  una identidad europea, que no se niega desde sus orígenes, pero que no obstante no lo es todo, ni en la historia de la filosofía, ni en su contemporaneidad. Lo que nos lleva a interpretar que se debe dar un  proceso de descentralización cultural de la filosofía, en todos sus sentidos sin dejar a un lado o restar importancia a sus esenciales raíces y decisivo rumbo histórico, pero sin parcializar la realidad.  En su libro “Estudios de Filosofía Latinoamericana” Fornet-Betanncour Raúl (1992) menciona:
Nada hay de extraño, por tanto, en que desde este ángulo el programa de una “Filosofía Latinoamericana” implique también el desenmascaramiento del eurocentrismo en la Filosofía, es decir, la critica radical del proceso milenario por el que la reflexión filosófica, ha ido girándose, centrándose y enredándose en las potencialidades del ámbito cultural europeo (…) En realidad la superación del eurocentrismo, sobre todo en lo referente a la determinación de las potencialidades, de la racionalidad filosófica, se presenta como imprescindible, para el reconocimiento solidario de la realidad filosófica de otras culturas. La destrucción de la historia de la Filosofía estricta –en el sentido eurocéntrico- es un reclamo de que las culturas no europeas, ya no sean simplemente subsumidas, como apéndices o como notas al pie en la de pagina en la historia filosófica de occidente, sino que se integren en ella cualesquiera de los momentos conformantes del ritmo sinfónico del movimiento general del pensar filosófico (p.27)

Atendiendo estas consideraciones, se identifican algunos elementos importantes que no debemos dejar a un lado, en primer lugar, que el eurocentrismo en la filosofía es un proceso milenario, que ha pasado por distintas etapas marcadas por pensamientos diversos, y, en segundo lugar, debe existir un reconocimiento de la filosofía de otras culturas, no debemos dejar a un lado la otredad no solamente a nivel individual sino también cultural.

Resulta asimismo interesante, que en el conocimiento existe una visa que es universal y debemos dejar de ser ese pie de pagina como mencionaba Fornet, porque en realidad  todos los seres humanos deben ser protagonistas desde su realidad y lugar, por lo que debemos comenzar ha ser actores, y además innovadores en la esfera filosófica, tomando en cuenta que nuestras tradiciones son distintas, poseemos desde lo latinoamericano, una realidad que nos sobrepasa, pero que a la misma vez nos identifica. Como menciona, Moros Ruano Edgar (1995):
La evolución histórica del continente en los últimos cuarenta años ha creado las condiciones para una nueva dirección y un nuevo momento. La gente en todos los campos de estudio, tal como los filósofos. Científicos sociales y teólogos, ha comenzado a reflexionar sobre la realidad latinoamericana, su historia, sus instituciones, sus estructuras socioeconómicas y religiosas, su cultura y manifestaciones artéticas. (…) Está surgiendo una nueva Filosofía latinoamericana. En las ultimas cuatro décadas los filósofos latinoamericanos han estado bregando, conscientemente sobre esta tarea. Existe ya un “corpus” de obras que pueden ser analizadas y estudiadas. (p.16)
Sobre las bases de las ideas expuestas, destaca que producto de todo esto,  ha surgido una nueva Filosofía Latinoamérica, anclada en la idiosincrasia de esta parte del mundo, donde también se hace filosofía, tenemos una vertiente ontológica,  el americanismo filosófico, una reflexión antropológica, donde entre tantos destaca José Vasconcelos, cuyo pensamiento ecléctico fundamenta un marco metafísico para la realidad de su país México, sentando las bases primeras a partir del siglo XX sobre el “Ser” del hombre latinoamericano.

Ahora bien, si hay algo que no podemos dudar es la simbiosis que se produce entre Latinoamérica y su historicidad, ya que esta nos ha proporcionado una cosmología distinta que nos lleva a amar la sabiduría desde  nuestras  raíces,  que nos hace lo que somos hoy, y nos mueve a la reflexión filosófica determinada por ese sello histórico. Se busca una mejor comprensión filosófica de la historia del continente, desde el punto de vista de sus ideas, para encontrar un filosofar ajustado a nuestra cultura.

Demostrando que sin el valor y significado de la propia historia para el quehacer de la filosofía no se podría cuestionar la herencia de la tradición filosófica, por que es justamente la base donde se apoya y le permite hacer filosofía de una manera distinta.  El encuentro con la historia propia es determinante ya que descentraliza la filosofía y le aporta la apertura a otras culturas. La vertiente historicista de la Filosofía latinoamericana fue iniciada por el filosofo José Ortega y Gasset, por medio de José Gaos con su obra “Filosofía en lengua Española” publicado en el año 1945. García Matilde (2013)
“Y advierte Gaos la Filosofía resulta de la nacionalidad o la continentalidad de sus autores, quizá incluso a pesar de ellos, sin mas que ser filosofía, pero autentica” (…)  de lo que hay que preocuparse no es de lo español o lo americano, de la filosofía hecha por españoles o americanos; sino de lo filosófico de la filosofía española o americana. (p. 85-86)
No obstante, la gran representación del historicismo en América latina, se ve representada por el filósofo Leopoldo Zea Aguilar, siendo una de sus obras “América como conciencia”, y el “Pensamiento Latinoamericano”, entre otras. El destaca la originalidad y autenticidad de la Filosofía, reclamando el derecho al verbo, al logos a este lado del mundo que ha alcanzado un poderoso mestizaje y debe lanzarse a la búsqueda de lo propio y lo original de los pueblos y dentro de esto la misma filosofía. Indica  Zea (2005) que “Esto es el verbo, el logos, la palabra. Un verbo que no ha de seguir siendo prestado (p.23) y cuanto hemos “quitado prestado” por usar un termino para referir esa cultura centrada, solo en Europa, desde ese famoso año 1492, donde inicio esta transculturización.

Cabe considerar por otra parte que si hay una vertiente latinoamericana que ha destacado, es la llamada Filosofía de la Liberación conocida en todo el mundo, nace en la época de los años setenta en Argentina, formula la critica a la filosofía clásica, destacando la realidad de los que ellos denominan los oprimidos y los de la periferia, destacando el análisis de los conocimientos desde el punto de vista geográfico y cultural.

Debe señalarse además, que la analéctica, es un método creado por esta filosofía, cuyo significado etimológico es “razonar” y que los filósofos de la liberación describen como ir mas allá de la totalidad y encontrarse con el distinto, es decir, con el otro, para de esta manera vaya mas allá de los propios intereses personales, utiliza este método, la dialéctica y además la analogía.

Entres varios filósofos de la liberación, destaca el famoso Enrique Dussel, uno de los más prestigiosos pensadores del siglo XX, con una gran colección de obras. Postula la transmodernidad, es decir, más allá de la  cultura moderna, que aun está presente en las culturas no-europeas. Reflexiona sobre la colonidad, proponiendo la decolonidad como un giro, que va desde los procesos sociales que se dan en la periferia mundial y desde la exclusión, para de esta manera aplicar una política de la liberación.

 Mignolo (2009)”… Entendemos la matriz colonial del poder, no solo como el sistema de control de las colonias y ex colonias (esto es del mundo no europeo y no U.S) sino como el que se encuentra vigente y en la base del orden global. (p.8) describen que los filósofos de la liberación que el pensamiento sigue siendo instrumento de colonidad, al igual que la estética y el arte, y que la forma de darle un cambio a esto es, creando procesos cognitivos de decolonidad, tanto del saber como del ser.  Albán A. describe que la idea es encontrar (2009)
“Rutas diferentes y aun divergentes de la narrativa de la postmodernidad artística en lo relativo a lo histórico, la memoria y las cosmovisiones y de luchas de poder en el mundo contemporáneo (…) el arte se esta constituyendo en las comunidades y sujetos étnicos en un acto decolonial, que interpela, increpa y pone en cuestión las narrativas de exclusión y marginalización” (p.89).
Como el autor describe hay que buscar rutas distintas, realizando primeramente una concientización de la realidad de la colonización del pensamiento, lo que hace que nuestra realidad de humanos se diluya, lo que no podemos seguir permitiendo, porque es allí, desde el pensamiento, en el cual somos realmente libres, por lo que no debemos aceptar que nos sigan “invadiendo”, tomando como referencia que una de las características principales de la filosofía es precisamente la libertad.

Descolonizar el pensamiento es precisamente, darle la oportunidad a nuestro pueblo de ser libre y además auténticos, de pensar desde nuestra realidad, desde nuestra humanidad latina, ya no como sombra sino como luz, con historia y filosofía propia. Como los mencionaba Dussel un giro, no basta con declararnos en desobediencia epistémica, sino que se hace necesario y pertinente desarrollar nuestra identidad, pensarse como latinoamericano.

En búsqueda de un nosotros cada vez mas amplio

Realizando una contemplación analítica podemos, resaltar que existe una extensa cantidad de reflexiones que pueden desprenderse de la Filosofía Latinoamericana, partiendo siempre desde nuestras raíces e historicidad, para poder ser realmente auténticos, sin dejar a un lado nuestra actual vivencia desde la cultura latinoamericana que se nos presenta, diversa, compleja llena de colores y formas muchas veces hasta caótica

Partiendo desde el análisis antropológico del ser latino, o desde la periferia del mundo, aunque en realidad norte, sur, este, oeste, pobres, marginados, ricos, tercer mundo, solo son creaciones humanas para determinar y organizar la ubicación y convivencia, no necesariamente, como se planteaba anteriormente debemos manejarnos como un pensamiento colonizado, todo lo contrario debemos optar por la liberación de las ataduras y la decolonización del pensamiento.

No necesitamos mirar muy lejos para poder descubrir que nuestra historia y cultura son ricas en diversidad y se ha aportado y aun queda mucho por decir en cuanto a filosofía se refiere, como lo han demostrado los diferentes autores, que han dedicado un arduo trabajo en su mayoría a enaltecer nuestra cultura y a fundamentar las bases de la filosofía desde aquí. Hablando en concreto, los tópicos filosóficos desde nuestras prioridades e inclinaciones a nivel de investigación y reflexión. Es por esto que se realiza un llamado a continuar constantemente buscando un filosofar propio a través del apoyo en el propio suelo cultural.

Artículo en proceso de arbitraje por la Revista Digital Eleutheria 






[1] Profesora ordinaria del Departamento de Filosofía de la Universidad de Carabobo, Escalafón: Asistente, Dedicación: Tiempo Completo. miralyeth_chirino@hotmail.com

Referencias Bibliográficas

Alban A. (2009)” Artistas Indígenas y Afrocolombianos: entre las memorias y las cosmovisiones. Del Siglo. Buenos Aires, Argentina.
Fornet-Betanncour Raúl (1992) “Estudios de Filosofía Latinoamericana”. Universidad Autónoma de México. D.F,  México
García Losada Matilde (2013)”La Filosofía Existencial en México”. Dunken. Buenos Aires, Argentina
Mignolo Walter (2009) “Prefacio” en Palermo, Zulma. El arte y estética en la encrucijada decolonial. Del Siglo. Buenos Aires, Argentina
Mora Arnoldo (2005)”La Filosofía Latinoamericana, Introducción Histórica”. Universidad Estatal a distancia. San José, Costa Rica.
Moros Ruano Edgar (1995) “La Filosofía de la Liberación”. Universidad de los Andes. Consejo de Publicaciones. Mérida, Venezuela.
Zea Leopoldo (2005) “La Filosofía Americana como Filosofía sin mas”. Siglo XXI editores. Buenos Aires, Argentina









ITINERARIO DE LA IDEA A LA IDEOLOGÍA EN VENEZUELA (JOSE VIRGILIO LEON RODRIGUEZ)



ITINERARIO DE LA IDEA A LA IDEOLOGÍA EN VENEZUELA

Autor: Msc. José Virgilio León Rodríguez

Resultado de imagen para ideologizacion en venezuela



Resumen

 El propósito de esta reflexión es aportar el tránsito que lleva de la idea a la ideología; por ello inicia, con el método fenomenológico, la descripción de algunas situaciones “cotidianas” en la realidad venezolana para luego decantar, con el método hermenéutico, algunas de las explicaciones de lo que sucede en el país: En nuestro país hay una crisis de valores, el modelo socialista-comunista arruina a la nación, el tejido social está deteriorado. Para profundizar la comprensión de lo que sucede en el país, desde la filosofía el tema conviene expresarlo así: El poder de la idea que se transforma en ideología. La idea algunos ejemplos: derecho divino de los reyes, la idea de nación o país. Los contraejemplos de la ideología: el culto al emperador, el estado totalitario. ¿Cuándo se trasforma en ideología? En el transcurso de la historia pues la idea siempre está marcada por la temporalidad. En conclusión la fragilidad de la idea lleva al surgimiento de la ideología aunque siempre es posible volver a la fuente, es decir a la idea en su adecuada historicidad para enriquecerse de la verdad que nos comunica.

 Palabras claves: Fenomenología, hermenéutica, ideología, idea, episteme.

Abstract

The purpose of this discussion is to provide transit carrying idea to be ideology; therefore start with the phenomenological method, the description of some "everyday" situations in the Venezuelan reality and then decant the hermeneutical method, some of the explanations of what is happening in the country: In our state there is a crisis of values the socialist-communist model ruining the nation, the social tissue is damaged. To deepen the understanding of what is happening in the nation state, from philosophy should put the issue this way: The power of the idea that turns into ideology. The idea some examples: divine right of kings, the idea of nation or country. Counterexamples of ideology: the cult of the emperor, the totalitarian state. When is transformed into ideology? : In the course of history because the idea is always marked by temporality. In conclusion the fragility of the idea leads to the emergence of ideology although it is always possible to return to the source, that is to say the idea in their proper historicity to enrich the truth that connects us. 

Keywords: Phenomenology, Hermeneutics, ideology, idea, episteme.

Introducción

El presente trabajo, aporta una reflexión inicial sobre el tránsito que lleva de la idea a la ideología. Vinculando esta última con el ejercicio del poder en clave de dominación. En un primer momento, se hace un ejercicio fenomenológico para dar cuenta de la grave situación social que padecen los venezolanos: violencia escolar, escasez. Luego se busca ir más allá de la fenomenología para discernir, entre las diversas explicaciones, lo que sucede en el país. Finalmente, se reflexiona sobre el poder de la idea que se transforma en ideología ubicando ejemplos y contraejemplo a lo largo de la historia.

Discusión
En nuestro país
Ante la situación de nuestro país es necesario afirmar que frente al dolor de las víctimas callarse es ser un asesino. En este sentido mirar siempre la realidad, sobre todo la de los que menos tienen, abre los ojos, la sensibilidad y así comprender adecuadamente lo que sucede. A continuación, un primer dato de la realidad: unos estudiantes detonaron dos bombas lacrimógenas en el Liceo público Manuel Vicente Romero García, hace pocos días. Sofocando a sus compañeros, profesores, obreros ¿para qué? muy probablemente detrás de muchas explicaciones está lo económico, es decir con los estudiantes sin clase se tienen la materia prima para vender droga, prostitución, entradas, alcohol y otros en los “matiné”.
Vemos con preocupación cómo la vida social de los planteles educativos viene siendo claramente afectada en numerosos hechos de violencia que ocurren a diario y que están generando en las escuelas un clima social y ambiente de aprendizaje claramente contrario a estas finalidades de la educación. La violencia en las escuelas, se instaló en ellas y amenaza con un considerable deterioro de una de las instituciones sociales más preciadas, en la que habíamos confiado como estrategia y opción para el desarrollo personal y social. (Perdomo 2011: 5)
Así mismo, una colega, operada del corazón, se desmaya en una cola para comprar papel higiénico, sus colegas y compañeros de cola la recogen, la llevan a la “ciudad hospitalaria Enrique Tejera”, la preocupación, angustia se les lee en sus caras esperemos que la cola no le cueste la vida. Obvio la causa no es el calor, ni la cola, sino un sistema injusto que somete a la mayoría de los venezolanos a semejante crueldad. En consecuencia, lo que late detrás de esto hechos es el dolor terrible que padecen hoy los venezolanos, sean estudiantes o educadores, obreros o ama de casa por ello callarse es sentir el reclamo de una sentencia bíblica “Se oye la sangre de tu hermano clamar a mí desde el suelo”.

 Discernir para comprender

 Se hace necesario discernir entre las múltiples explicaciones para comprender lo que ha sucedido en nuestro país, en otras palabras tener como educadores lucidez para orientar a nuestros educando en la horrorosa realidad que les toca vivir. Ahora bien, los educadores necesitan aprender a ir más allá de la fenomenología: tragar bomba, hacer cola, socorrer al otro, describir lo que sucede en el país. Sólo avanzando más allá de la fenomenología se evita caer en la trampa de los eslóganes o aceptar una explicación por ser mayoritaria y de esta manera tener una postura personal, reflexiva que permita robustecer el ser educador. Como caso típico, en nuestro país se oye con frecuencia que hay una crisis de valores y que ello explica lo que nos sucede como pueblo. Sin embargo, en los 20 y tantos años como educador he oído sobre valores, sobre crisis y poco sobre la estructura valorativa del venezolano o mejor sobre la constitución, histórica - social, de esa apertura al valor que sustenta toda ética.
La persona humana no puede entenderse como realidad cerrada. El hombre se constituye persona por la intimidad y por la apertura. La alteridad entra en la definición de la persona. La persona es «lugar» de los valores morales; pero esa persona tiene que ser una realidad «abierta». Únicamente puede ser entendida la persona como un valor absoluto si es una realidad abierta. En este sentido afirmamos la apertura de la persona como el fundamento último y completo de la moralidad. (VIDAL 1975: 115)
Por el contrario, otros opinan que lo que sucede al país ocurre por el modelo socialista - comunista que arruina a la nación donde se aplica y el 6 de diciembre del 2015 quedó ratificada esa idea en la elección realizada y la posterior juramentación de la asamblea nacional.
Dichos acontecimientos han marcado un nuevo hito de una gran fortaleza ética y espiritual por propia naturaleza y por sus implicaciones a corto, mediano y largo plazo: la mayoría del pueblo, pese a dudas y algunas reticencias, se expresó, ordenadamente por la necesidad de un cambio de rumbo en la orientación fundamental del país. (CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA, 2016: 2)
Puede que sea así. Sin embargo para superar los clichés se necesita profundizar en la idea de que todo modelo de estado, en último término, se sustenta en una antropología, en una manera determinada de concebir al humano, como afirma Weber J, “dice Platón, con razón, que cada forma de estado lleva consigo la formación de un tipo de hombre” (1935: 232). Sin embargo como este humano no es en abstracto cabe repetir la pregunta ¿quiénes somos los venezolanos? y de esta manera tener claridad suficiente para discernir por qué este modelo socialista - comunista desecha lo que nos hace vivir como venezolanos. Ello implica:
Optar por la episteme popular desde una postura ética y salir de ese modo de pensar moderno para adentrarse al mundo que nos constituye, el mundo de vida popular. Ya dentro de él expresar la posibilidad de vida para todos. Esto significa neoconducir nuestro pensamiento por una episteme de la relación donde el convivir sea lo primero y no el acumular, además de una constante actitud hermenéutica para desvelar todo mecanismo moderno. (LEON J. 2011: 78)
Por último, otros opinan que el tejido social está deteriorado. Repito puede que sea así. De lo que se trata es comprender en profundidad esa idea y haciéndolo poder evaluar su pertinencia o no a la hora de analizar y explicar lo que sucede en nuestro país.
Por esta razón se necesita la reflexión filosófica, clarificando la “crisis de valores” desde Ética fundamental y su consecuencia en la ética profesional, “El modelo socialista- comunista” a través de la Filosofía Política y “El tejido social está deteriorado” con una Filosofía Social.

De la idea a la ideología

 Para profundizar la comprensión de lo que sucede en el país y ampliar mi amistad con mi suegra “roja rojita” o con mis amigos colegas “chavistas”, me parece oportuno reflexionar sobre un tema, que ejerce su influencia en lo ético, lo político o lo social y quizás así ilumine su postura. Ese tema conviene expresarlo así: El poder de la idea que se transforma en ideología.
 En representación de la idea citemos algunos ejemplos. En primer lugar el derecho divino de los reyes que durante milenios rigió a la humanidad. Seguidamente, la idea que versa sobre la nación o el país que desbarató la idea de imperio.
Por otra parte, el culto al emperador que costó la vida a tantos cristianos durante las persecuciones del imperio romano. De la misma manera el estado totalitario que se arroja el derecho de decidir por los ciudadanos. En definitiva ambos ejemplos y contraejemplos arrojan una pista al tema que se está profundizando, la misma consiste en que la idea se va transformando como ideología en el devenir de la historia.
 ¿Cuándo se transforma en ideología? Lo primero es que la idea siempre está marcada por la temporalidad. Ello significa que está sometida al cambio, al devenir. Por ello, en un primer momento, recapitulemos el problema griego del movimiento de sus cuatro posibilidades: local, cuantitativo, cualitativo y el sustancial. De ellos, el último es el más radical pues va al ser mismo de las cosas. (Cfr.Marías, J. 1980: 12) Por ello, la idea se genera y se corrompe. Es decir, que a las notas de universalidad y de necesidad del juicio habría que añadirle la fragilidad, como sostiene Maza S., Luis “En lugar de un criterio absoluto de evidencia hay que hacerse cargo de la radical finitud e historicidad de todo esfuerzo cognoscitivo. En este sentido, la fenomenología debe vincularse a la hermenéutica” (2005:125).
Desde luego, ello comporta el aspecto de la historicidad en el conocimiento humano. Por ello, el juicio y su articulación en conceptos son el elemento atómico del pensamiento humano. El mismo tiene siempre un carácter histórico es decir, no es una construcción a priori de la mente humana, puesto que siempre postula su dimensión sintética, empírica y fáctica. La mente que piensa es siempre una mente que tiene sentimientos, pasiones, intereses, es decir, tiene una historicidad propia. La razón lleva en sí y consigo, en su actividad, aquello que le es exterior y opuesto, Cfr. Galazo G. (2001: 23)
Precisemos, antes que nada la implicación de que toda idea es histórica; es decir las categorías del juicio histórico son las categorías de todo juicio. Estas categorías son: la del cambio y la del acontecimiento. La primera nos dice que no tenemos noción de nada que no emerja con evidencia de los rasgos del dinamismo que constituye la historicidad. El acontecimiento es aquello que por efecto del movimiento ocurre o ha ocurrido, incluye por tanto el acontecer como el resultado. En este sentido, en la lógica del juicio histórico más importante que el concepto es el predicado puesto que explicita lo que está en el concepto es la acción en acto.
En consecuencia, la fragilidad de la idea lleva al surgimiento de la ideología. La ideología aquí se entiende como ocultamiento de la realidad, realizadas por personas o grupos que puedan estar en su pensar tan intensamente apegados a cierta situación, o de sus intereses, que ya no les sea simplemente posible ver ciertos hechos que pondrían a la luz su sentido de dominación. (Cfr. Ferrater Mora 2004:1751)

Conclusión

 La idea como conocimiento de la realidad lleva dentro de sí la fragilidad por el carácter histórico del conocimiento, se hace necesario puntualizar que la historicidad que lleva a la ideología es aquella que va ligada a los intereses, a las pasiones y en último término al poder.
Para terminar, se hace necesario afirmar que siempre es posible volver a la fuente, volver a la idea en su adecuada historicidad para enriquecerse de la verdad que nos comunica y así acercarse cada vez más a la adecuada comprensión de la realidad.

* ARTICULO BREVE (Fragmentos de la Ponencia presentada en la II Jornada de Filosofía “Aportes Filosóficos para la Construcción de la Sociedad Venezolana” Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo, 2016)

Artículo publicado en la Revista Digital Eleutheria:
http://www.eleutheria.ufm.edu/Articulos/161221_JVLeon_Itinerario_Ideologia_En_Venezuela.htm 

Referencias

1. Conferencia Episcopal Venezolana, (2016) Caracas, 13 de enero.
2. Ferrar Mora (2004), Diccionario de Filosofía, Vol III voz ideología. Editorial Ariel, Barcelona
 3. Galazo G. (2001), Nada más que historia. Teoría y Método. Barcelona, España. Ed. Ariel
 4. León J. (2011), El desarrollo de la modernidad en Valencia y el mundo de vida popular. Caracas: Fondo Editorial del IPASME
 5. Maza S., Luis M. (2005), Fundamentos de la filosofía hermenéutica: Heidegger y Gadamer. EN Teología y Vida, Vol. XLVI (2005), 122 – 138.
6. Perdomo, Gloria (2011). Violencia en las escuelas, Publicaciones UCAB 7. VIDAL M. (1975). Moral de actitudes tomo prim