jueves, 23 de marzo de 2017

HA MUERTO LA FILOSOFIA (Q.E.P.D)




MSc. Jonathan Vielma
Correo: jobuho99@gmail.com


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La filosofía ha muerto pobre de ella ¡Quién iba a decirlo!, y eso que para muchas personas era importante, su esencia de actitud reflexiva, y para ñapa otros en nombre de ella (filosofía) se adjudican su carácter de especialistas, además   pregonan que saben su importancia (políticos, médicos, educadores entre otros). Dicha afirmación dejó a una gran multitud paralizados, ya que ignoraban que estaba enferma. Y además le acompaña los achaques de viejos.
 Esto  llevo a creer que el fatal desenlace tardaría en producirse, por tanto, le espera una larga agonía, casi  insdiscernibnle de la vida eterna. La filosofía ha muerto queridos amigos que en paz descanse. La mató su cariño no correspondido por la ciencia (y con sus consecuencias  fatales que trajo el pragmatismo). De allí, el salvaje conflicto generacional  que tiene con sus últimos hijos la psicología y la sociología, ellos están  impregnados de  verdades objetivadas  de la realidad y fácticamente comprobadas. Finalmente abandonaron la casa de la madre.
Pues bien,  el mundo pragmático y la sociedad del conocimiento  científico, bajo la aureola del positivismo, pregonan con gozo y alegría que la filosofía murió de una indigestión de nubes, sin los rumores, ya que su preocupación son los problemas metafísicos, abstractos. Y para remate no pudo sobrevivir, anciana como era,  a los horrores de las dos guerras mundiales y al sutil espanto de las propagandas totalitarias.
Frente  a todos estos problemas existenciales poca tenía que decir o hacer, ya en este mundo la pobre y decadente FILOSOFIA. Por consiguiente, la aceleración de su muerte se  da por su concepción abstracta  de la vida, es decir, como una autorreflexión de los problemas netamente metafísicos, de allí su muerte.

Ya está muerta, era lo que querían sus hijos y por su puesto como punta de lanza para celebrar su acalorada muerte el pragmatismo, la cual promueve que lo que es útil es necesario, por consiguiente la filosofía no tiene esas características practicas para resolver al instante las necesidades humanas. Frente  a dicha afirmación, muchos quedaron paralizados, ya que ignoraban que estaba enferma. Ésta realidad moribunda,   llevó a creer en que su fatal desenlace no tardaría en producirse. Sin embargo, lo que acontece es una larga agonía, casi  indiscernible de la vida eterna. Por tanto, en voz del Prof Gerardo Barbera también siento que la filosofía no sirve para nada. Donde él afirma […]“siento miedo de que la Filosofía haya sido una gran mentira, un cuento infantil para que todos creamos en las esperanzas y en los sueños que se forjaron en las lejanas noches de la infancia”.
Ha muerto la filosofía entonces ¿para qué hablar de filosofía, en este evento ?¿para qué sirve la filosofía, si es que  sirve? en otras palabras ¿qué aportes puede dar a la educación esta anciana ya moribunda? éstas interrogantes nos llevan a buscar la posibles respuestas en la misma intimidad de la conciencia ya que cuando observamos a la gente nos damos cuenta que  sigue haciendo alarde de la difunta en cuanto a la búsqueda del saber ,de la capacidad de encontrar en la intimidad de la conciencia (autorreflexión)  las razones de vivir, es decir ese afán constante por fundamentar la verdad, ésta proclamación de amor por el saber no es filosofía?
Pues yo recuerdo que el origen de la palabra de filosofa significa AMOR POR  EL SABER, y un saber que es constante, dedicado y fundamentado desde la razón. Por consiguiente, la FILOSOFIA ya no está entre los muertos ha resucitado, ¡gloria  a los hombres de buena voluntad! por que buscan entre los muertos el que está vivo, sí está VIVA, porque  ella  descansa en los límites de la conciencia.
De allí que, su esencia sea un saber sistemático, y por otro lado la entendemos como un modo de vida. En otras palabras, podemos decir que la filosofía es un saber fundamentado desde la razón, y por ende, la vida (la existencia) debe estar orientada por la razón, dar razones para vivir .En este sentido, la filosofía  se nos presenta como un saber  explicativo y como un forma de vida cimentada en ese saber (filosofía).
Por tanto,  la filosofía como actitud racional, se nos presenta como un saber, que fundamenta el sentido de la vida.Ya que  cuestiona, estremece toda nuestra  existencia,  señala e ilumina el camino de la esperanza. Dicha reflexión, o actitud pasa obligatoriamente por el  Asombro. Esta  experiencia es manjar de la filosofía, pues desde sus orígenes dicha actitud se ha visto a sí misma como hija del asombro.
Ahora bien, la noción de asombro tiene implicaciones en cuestiones de diversa índole. Entre ellas, quizás la más importante sea la relacionada con el problema de la verdad. La raíz de esta tendencia se encuentra en la obra de Platón, en el mito de la caverna narrado en La República, pues sugiere que lo propio de la condición humana es estar sumergida en la sombra y que sólo la experiencia de un radical deslumbramiento hace posible la contemplación de la verdad.
Éste deslumbramiento de «a/sombrar» mediante el cual alguien –un profesor, un maestro, un amigo, un filósofo– disipa las tinieblas circundantes y conduce a sus discípulos hacia la luz ,constituye para Platón la tarea fundamental de la educación y la esencia del aprendizaje de la filosofía.
Por otro lado, observamos Cuando Aristóteles [en su obra de metafísica]dice que la filosofía nace del asombro, utiliza la palabra «filosofía» para referirse, no a una disciplina particular, sino a la actividad del pensamiento en sentido genérico. Por consiguiente, sentir asombro es el primer paso para activar el pensamiento, para ponerlo en marcha. En el comienzo de toda actividad pensante está el asombro solamente éste puede motivar las preguntas e inquietudes que llevan luego –por el camino de la filosofía o de la ciencia– a una indagación detallada.
Pues, si bien es cierto que el camino del saber se inicia cuando la realidad –al suscitar nuestra admiración, al aguijonear nuestra curiosidad, al provocar nuestro estupor– genera en nosotros inquietudes. Es  por este motivo esperanzador ,que a la filosofía le acuñan la máxima de inutilidad ,justificando además , su salida del pensum de estudio, ¡Por Dios¡ cada vez que  la releguen al rincón de los indeseados, la humanidad pierde  sus motivos , su rostro.
En definitiva su capacidad de asombro y esperanza, se volverá  un sabor amargo y sin sentido. Por tanto, cuando la Filosofía cuestiona y concientiza es una molestia, una piedra en el zapato para cualquier sistema Educativo .De allí que, la Filosofía ya no está entre los muertos ha resucitado, ¡gloria  a los hombres de buena voluntad! Esto es queridos amigos , contemplar y vivir la resurrección de los muertos. Ya que a la filosofía  la han querido matar y no han podido, porque al definir  su  esencia nos damos cuenta, que este amor por el saber es un proceso sistemático, de autorreflexión del pensamiento sobre la vida,  la razones que tenemos para educar, acerca de la naturaleza, el ser de Dios  entre otros. De esta manera, la filosofía viene a ser un esfuerzo constante del hombre por interpretar y dar razones de la vida.
            Si ya estamos convencidos, que la filosofía no esta muerta, sino que resucitó ¿Qué importancia tiene la filosofía para la educación? En otras palabras ¿Esta asignatura para que le sirve al educador? A simple vista, estas preguntas suenan a un barril sin fondo, ya que la toma de conciencia de estas interrogantes dependerá de las vivencias frustrantes  o agradables, que se tenga en las aulas de clases, donde se imparte la asignatura de  filosofía. 
            Ahora bien, cuando tomamos conciencia de la importancia del filosofía   como elemento formativo para  el futuro educador,  que le ayuda a encontrar razones fundamentales de su ser personal y lo impulsa a dar razones de su vida,  aquí radica la importancia del AMOR POR EL SABER (FILOSOFIA).
Por tanto, la filosofía se nos presenta como un saber explicativo (realidad teorética) y como una forma de vida fundamentada en la razón .Finalmente, Podemos decir que existe la resurrección de los muertos, porque la filosofía resucitó, y eso que muchos, la han querido matar, pues cada vez que quieran hacerlo, tienen que contemplar el ataúd, y al contemplar  su cadáver, contemplaran a la misma humanidad. HA MUERTO LA FILOSOFIA Q.E.P.D.


2 comentarios:

  1. Ponencia presentada en la IV Jornada de Filosofía. La filosofía de la Profesión Docente

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  2. Es cierto, que matamos la filosofía cuando no nos interesa el saber,ni buscarlo y mucho menos investigarlo. nos cuesta hacer introspección de las cosas y cuando no la hacemos, quedamos atrapado en nuestra cuerva, observando nuestras sombras, las que nos gustan, las que entendemos (o creemos entender) y no queremos aceptar que fuera de nuestra cueva hay algo mas...
    excelente ponencia felicidades prof. Jonathan por tan profunda reflexión.

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