MSc. Jonathan Vielma
Correo: jobuho99@gmail.com
La filosofía ha muerto pobre de ella ¡Quién iba a decirlo!,
y eso que para muchas personas era importante, su esencia de actitud reflexiva,
y para ñapa otros en nombre de ella (filosofía) se adjudican su carácter de
especialistas, además pregonan que saben su importancia (políticos,
médicos, educadores entre otros). Dicha afirmación dejó a una gran multitud
paralizados, ya que ignoraban que estaba enferma. Y además le acompaña los achaques
de viejos.
Esto llevo a creer que el fatal desenlace tardaría
en producirse, por tanto, le espera una larga agonía, casi insdiscernibnle de la vida eterna. La
filosofía ha muerto queridos amigos que en paz descanse. La mató su cariño no
correspondido por la ciencia (y con sus consecuencias fatales que trajo el pragmatismo). De allí,
el salvaje conflicto generacional que
tiene con sus últimos hijos la psicología y la sociología, ellos están impregnados de verdades objetivadas de la realidad y fácticamente comprobadas. Finalmente
abandonaron la casa de la madre.
Pues bien, el mundo
pragmático y la sociedad del conocimiento
científico, bajo la aureola del positivismo, pregonan con gozo y alegría
que la filosofía murió de una indigestión de nubes, sin los rumores, ya que su
preocupación son los problemas metafísicos, abstractos. Y para remate no pudo
sobrevivir, anciana como era, a los
horrores de las dos guerras mundiales y al sutil espanto de las propagandas
totalitarias.
Frente a todos estos
problemas existenciales poca tenía que decir o hacer, ya en este mundo la pobre
y decadente FILOSOFIA. Por consiguiente, la aceleración de su muerte se da por su concepción abstracta de la vida, es decir, como una autorreflexión
de los problemas netamente metafísicos, de allí su muerte.
Ya
está muerta, era lo que querían sus hijos y por su puesto como punta de lanza
para celebrar su acalorada muerte el pragmatismo, la cual promueve que lo que
es útil es necesario, por consiguiente la filosofía no tiene esas
características practicas para resolver al instante las necesidades humanas. Frente a dicha
afirmación, muchos quedaron paralizados, ya que ignoraban que estaba enferma.
Ésta realidad moribunda, llevó a creer
en que su fatal desenlace no tardaría en producirse. Sin embargo, lo que
acontece es una larga agonía, casi
indiscernible de la vida eterna. Por tanto, en voz del Prof Gerardo Barbera
también siento que la filosofía no sirve para nada. Donde él afirma […]“siento
miedo de que la Filosofía haya sido una gran mentira, un cuento infantil para
que todos creamos en las esperanzas y en los sueños que se forjaron en las
lejanas noches de la infancia”.
Ha muerto la filosofía entonces ¿para qué hablar de filosofía,
en este evento ?¿para qué sirve la filosofía, si es que sirve? en otras palabras ¿qué aportes puede
dar a la educación esta anciana ya moribunda? éstas interrogantes nos llevan a buscar
la posibles respuestas en la misma intimidad de la conciencia ya que cuando
observamos a la gente nos damos cuenta que
sigue haciendo alarde de la difunta en cuanto a la búsqueda del saber
,de la capacidad de encontrar en la intimidad de la conciencia
(autorreflexión) las razones de vivir,
es decir ese afán constante por fundamentar la verdad, ésta proclamación de
amor por el saber no es filosofía?
Pues yo recuerdo que el origen de la palabra de filosofa
significa AMOR POR EL SABER, y un saber
que es constante, dedicado y fundamentado desde la razón. Por consiguiente, la
FILOSOFIA ya no está entre los muertos ha resucitado, ¡gloria a los hombres de buena
voluntad! por que buscan entre los muertos el que está vivo, sí está VIVA,
porque ella descansa en los límites de la conciencia.
De allí que, su esencia sea un saber sistemático, y por
otro lado la entendemos como un modo de vida. En otras palabras, podemos decir
que la filosofía es un saber fundamentado desde la razón, y por ende, la vida
(la existencia) debe estar orientada por la razón, dar razones para vivir .En este
sentido, la filosofía se nos presenta
como un saber explicativo y como un
forma de vida cimentada en ese saber (filosofía).
Por tanto, la
filosofía como actitud racional, se nos presenta como un saber, que fundamenta
el sentido de la vida.Ya que cuestiona, estremece toda nuestra existencia,
señala e ilumina el camino de la esperanza. Dicha reflexión, o actitud
pasa obligatoriamente por el Asombro. Esta experiencia es manjar de la filosofía, pues
desde sus orígenes dicha actitud se ha visto a sí misma como hija del asombro.
Ahora bien, la noción de asombro tiene
implicaciones en cuestiones de diversa índole. Entre ellas, quizás la más
importante sea la relacionada con el problema de la verdad. La raíz de esta
tendencia se encuentra en la obra de Platón, en el mito de la caverna narrado
en La República, pues sugiere que lo propio de la condición humana es estar
sumergida en la sombra y que sólo la experiencia de un radical deslumbramiento
hace posible la contemplación de la verdad.
Éste deslumbramiento de «a/sombrar»
mediante el cual alguien –un profesor, un maestro, un amigo, un filósofo–
disipa las tinieblas circundantes y conduce a sus discípulos hacia la luz
,constituye para Platón la tarea fundamental de la educación y la esencia del
aprendizaje de la filosofía.
Por otro lado, observamos Cuando
Aristóteles [en su obra de metafísica]dice
que la filosofía nace del asombro, utiliza la palabra «filosofía» para
referirse, no a una disciplina particular, sino a la actividad del pensamiento
en sentido genérico. Por consiguiente, sentir asombro es el primer paso para
activar el pensamiento, para ponerlo en marcha. En el comienzo de toda
actividad pensante está el asombro solamente éste puede motivar las preguntas e
inquietudes que llevan luego –por el camino de la filosofía o de la ciencia– a
una indagación detallada.
Pues, si bien es cierto que el
camino del saber se inicia cuando la realidad –al suscitar nuestra admiración,
al aguijonear nuestra curiosidad, al provocar nuestro estupor– genera en
nosotros inquietudes. Es por este motivo
esperanzador ,que a la filosofía le acuñan la máxima de inutilidad ,justificando
además , su salida del pensum de estudio, ¡Por Dios¡ cada vez que la releguen al rincón de los indeseados, la
humanidad pierde sus motivos , su
rostro.
En definitiva su capacidad de
asombro y esperanza, se volverá un sabor
amargo y sin sentido. Por tanto, cuando la Filosofía cuestiona y concientiza es
una molestia, una piedra en el zapato para cualquier sistema Educativo .De allí
que, la Filosofía ya no está entre
los muertos ha resucitado, ¡gloria a los hombres de buena voluntad! Esto es
queridos amigos , contemplar y vivir la resurrección de los muertos. Ya que a
la filosofía la han querido matar y no
han podido, porque al definir su esencia nos damos cuenta, que este amor por
el saber es un proceso sistemático, de autorreflexión del pensamiento sobre la
vida, la razones que tenemos para
educar, acerca de la naturaleza, el ser de Dios
entre otros. De esta manera, la filosofía viene a ser un esfuerzo
constante del hombre por interpretar y dar razones de la vida.
Si ya estamos convencidos, que la
filosofía no esta muerta, sino que resucitó ¿Qué importancia tiene la filosofía
para la educación? En otras palabras ¿Esta asignatura para que le sirve al
educador? A simple vista, estas preguntas suenan a un barril sin fondo, ya que
la toma de conciencia de estas interrogantes dependerá de las vivencias
frustrantes o agradables, que se tenga
en las aulas de clases, donde se imparte la asignatura de filosofía.
Ahora bien, cuando tomamos
conciencia de la importancia del filosofía como elemento formativo para el futuro educador, que le ayuda a encontrar razones fundamentales
de su ser personal y lo impulsa a dar razones de su vida, aquí radica la importancia del AMOR POR EL
SABER (FILOSOFIA).
Por tanto, la filosofía se nos presenta como un saber explicativo
(realidad teorética) y como una forma de vida fundamentada en la razón
.Finalmente, Podemos decir que existe la resurrección de los muertos, porque la
filosofía resucitó, y eso que muchos, la han querido matar, pues cada vez que
quieran hacerlo, tienen que contemplar el ataúd, y al contemplar su cadáver, contemplaran a la misma humanidad.
HA MUERTO LA
FILOSOFIA Q.E.P.D.
Ponencia presentada en la IV Jornada de Filosofía. La filosofía de la Profesión Docente
ResponderBorrarEs cierto, que matamos la filosofía cuando no nos interesa el saber,ni buscarlo y mucho menos investigarlo. nos cuesta hacer introspección de las cosas y cuando no la hacemos, quedamos atrapado en nuestra cuerva, observando nuestras sombras, las que nos gustan, las que entendemos (o creemos entender) y no queremos aceptar que fuera de nuestra cueva hay algo mas...
ResponderBorrarexcelente ponencia felicidades prof. Jonathan por tan profunda reflexión.